martes, 1 de julio de 2008

Luis Buñuel: una vida, muchas historias

Luis Buñuel: Un pequeño resumen de la trayectoria de un crack del cine mundial.

El creador del cine surrealista, dejó un legado impresionante al mundo, me atrevo a decir, en cada una de sus películas, ya que siempre echó mano de su intelecto para plasmar lo que realmente pasaba en su tiempo en la sociedad.

Español de nacimiento y mexicano por adopción, Buñuel inició su camino en la Literatura al escribir en 1921 cuando plasmó “Una traición incalificable”, un texto para la Revista Ultra. Ese mismo año escribió “Instrumentación” para la misma revista.

Así empezó su celebre aportación para el mundo. Un verdadero artista, creador, con una imaginación impresionante. Después de haber iniciado en la literatura, Luis se interesa en el mundo del cine. En 1929 filma “Un perro andaluz”, la primer película surrealista de la historia, la cual, con apenas una duración de 17 minutos, aún sigue maravillando a quienes la observan.
En el mundo de 35mm existen películas de culto, aquellas que pueden ser vistas un sinfín de ocasiones y que nunca te deja de impresionar. Pues así era Luis Buñuel, como una película de culto, un director de culto.

Después vienen dos cintas más, “La edad de oro” y “Tierra sin pan”, en 1930 y 32 respectivamente, para tener que parar por culpa del Franquismo.

Huye hacia México en donde inicia con las obras que lo consagraron para la posteridad. En el 46 filma “El gran casino” y en 1950 nace la que puede ser considerada como la mejor película de su creación, “Los olvidados”. Una historia que retrata a la clase social más desprotegida del México de aquellos años en donde se tratan diversos temas.
De 1950 al 60, crea un total de 17 largometrajes, de los cuales, los más destacados son “Ensayo de un crimen” (1955) y “Nazarín” (1958).

Del 61 al 77, nacen de su cabeza otras 10 producciones. La última “Ese oscuro objeto del deseo” (1977).

Antes de pasar a mejor vida, Buñuel, quien ya se había convertido en uno de los personajes más populares en tierras aztecas en aquellos tiempos, publica en 1982 su obra literaria, “Mi último suspiro” y en 1983 deja a este cruel mundo.

Antes de fallecer, en una entrevista que ha quedado para los anales de la historia, dice una de sus frases celebres más recordadas. “Gracias a Dios soy ateo”.

Esta es solo un pequeño homenaje a quien dejó un legado al mundo del cine. Porque eso es el cine, un retrato de nuestra sociedad, pero que lamentablemente en nuestros tiempos solamente sirve para distracción de las masas.
Aquí la mítica escena del ojo cortado en "Un perro andaluz"

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